lunes, 30 de marzo de 2015

ALMENDROS EN FLOR Y ALMERÍA

Los almendros en flor siempre nos anuncian la llegada de la primavera con esos primeros colores que tanto nos alegran la vista, pero ahora que estamos en plena efervescencia de alergias y calor, tal vez aún estés a tiempo de darte un paseo por Almería. Y es que este año la comarca almeriense Filabres-Alhamilla acogió la Ruta de los almendros en flor como nuevo proyecto turístico desde el 7 de Febrero al 15 de Marzo, es decir hasta que finalizó la floración del almendro.



España es el segundo productor de almendras después de Estados Unidos.
El árbol parece que tiene su origen en las zonas montañosas de Asia Central, pero se expandió por el Mediterráneo en la Antigüedad. Hay ciertos indicios de que en Hispania, muy limitadamente, pudieron introducirlo los fenicios en el primer milenio antes de Cristo, en alguna de sus colonias de las costas del sur, pero los indicios hallados podrían deberse a una importación comercial y no es seguro. Quienes propagan de verdad el almendro en Hispania son los romanos, que lo introducen como importante cultivo de secano en todas las tierras montañosas cercanas a las costas mediterráneas, y en época romana Hispania se convierte en un principal centro productor y exportador de almendras, como puede observarse a raíz de los frecuentes hallazgos de cargamentos de almendras en los hallazgos submarinos de naves romanas hundidas.

Así que el árbol del almendro no viene de los árabes, ni del árabe proviene el origen etimológico de la palabra, ya que en árabe almendra es al-lauus. Almendra en español viene de la palabra amígdala que nos dio el latín.
Sin embargo una leyenda de la que fue la maravilla del califato cordobés es famosa. Cuentan que Abd al-Raman III mandó construir Medina Azahara solo para su amante favorita, Azahara. Pero ella estaba triste porque desde allí no podía contemplar la nieve de Sierra nevada. Así que el Califa mandó que se plantara un bosque lleno de blancos almendros muy juntos entre sí, y ella ya no volvió a estar triste.

Volviendo a los almendros de Filabres-Alhamilla, he considerado importante conocer la historia y el pasado de este lugar y de Almería en general, durante la invasión musulmana. A Filabres-Alhamilla se le conoce como la “comarca del desierto”. Esta enmarcada entre dos sierras de considerable altura como son la Sierra de los Filabres, al Norte y la Sierra Alhamilla, al Sur.

Los Pueblos de la Comarca son: Alcudia de Monteagud, Benitagla, Benizalón, Castro de Filabres, Gérgal, Lubrín, Lucainena de las Torres, Olula de Castro, Senés, Sorbas, Tabernas, Tahal, Turrillas, Uleila del Campo y Velefique.


En este cartel podéis ver el itinerario que ha seguido la ruta




Sobre si las conquistas cambiaron la historia de la Península ibérica para bien o para mal, hay muchas opiniones, pero desde luego la Almería musulmana llegó a ser una ciudad grandiosa, con una población totalmente islámica. Después de Córdoba, era la ciudad más influyente y próspera de la península y una de las más ricas de todo el orbe islámico.

Desde el 713, Almería fue ocupada por poblaciones de origen beréber y árabe yemení. Es importante mencionar la cora de Pechina, que abarcaba la comarca de Sierra Alhamilla y fue entregada por Abd al-Raman II a los yemeníes, confiándoles así la vigilancia de la parte de litoral de Almería. Esta franja costera tomó el nombre de Urs al-Yaman, es decir, tierra dada en donación a los yemeníes. Es una de las últimas tierras que los emires cordobeses dan en feudo a un clan árabe, al clan de los Banu Sirag concretamente.

150 años después de la invasión musulmana, un clima de agitación y rebeldía domina la península en la segunda mitad del siglo IX. Todos los distritos montañosos de la Andalucía actual, poblados exclusivamente por bereberes, muladíes, y mozárabes, estaban habitualmente alzados contra el poder de Córdoba. En este mapa revuelto y convulso, solamente se advierte un oasis de paz, aunque no de sumisión total, en la Sierra Alhamilla, alejada de lo que ocurre en el país. Esta situación será precisamente el principio de su prosperidad.
Se organizó más tarde un cinturón de fortalezas en torno a la comarca. De hecho, Almeria nació porque el Califa al-Muizz ordena que la atalaya de Pechina se transforme en una ciudad amurallada con las defensas adecuadas.

 Durante los años del reino de Almotacín, se inició el despegue económico de Almería hasta convertirse en el primer puerto de la España musulmana. La Sierra de Alhamilla, que hasta Almotacín venía siendo la cora de Pechina, se llamaría desde entonces el reino de Almería. Se fue colmando de talleres artesanos y se extendió desde allí la actividad industrial encontrando salida en el puerto de Almería haciendo a sus habitantes los más ricos del al-Ándalus.


El siglo XI fue la época de mayor esplendor de la Almería musulmana



Un dato curioso sobre Sierra Alhamilla es que el conocido poeta Ibn al-Said describe con manifiesto desprecio una aldea cristiana situada en la comarca a la que llama ANA.
“Ana es un pueblo todo él taberna, la casa de los patricios, el sitio donde se juegan las copas y las jarras. Hay en él cerdos por todo ganado, sus pilones son lagares y sus aguas, mostos y vinos”.
Sin embargo, ningún topónimo se conserva en Almería ni remotamente parecido.


El hecho más destacado de este periodo en Almería es la primera conquista y expolio de la ciudad por genoveses y catalanes, con la colaboración por tierra de Alfonso VII de León, en 1147. Nada se sabe de lo ocurrido en Almería ni en sus tierras durante los diez años de ocupación cristiana, salvo los intentos de recuperación por los almohades, que fructificaron en el año 1157.

Ilustración del cantar de la conquista de Almería

Tras este brevísimo vistazo al pasado, en la actualidad, la comarca ofrece la imponente visión de sus fortalezas. Sin duda la Edad Media musulmana ha dejado un importante patrimonio.

 Destaca por ejemplo la Torre de Tahal, que fue todo un símbolo de poder de la Sierra y donde tenemos uno de los muchos centros de interpretación; el castillo-fortaleza que se puede vislumbrar en Senés; los restos de una alcazaba en Velefique; un castillo árabe en Castro de Filabres… En Sierra alhamilla tenemos el Castillo de Tabernas, fortaleza que alojó a los reyes católicos y ha pervivido durante diferentes épocas.


La alcazaba de Almería 



Filabres alhamilla es una tierra antigua que nos ofrece el tesoro de su historia, ya sea con una ruta de almendros en flor o de castillos y fortificaciones. El desarrollo de diferentes proyectos como las 5 rutas turísticas, han impulsado el crecimiento de los distintos municipios que conforman esta mancomunidad. Porque son pueblos milenarios que han conservado su belleza, cultura y patrimonio. 



1 comentario:

  1. Muy interesante Ana, algún día me gustaría hacer la ruta de los almendros que comentas al principio de la entrada, parece un lugar bonito al que ir.
    Un saludo

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